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¿Qué trámites hay que realizar en un divorcio?

Las rupturas matrimoniales no siempre son fáciles de afrontar. Iniciar los trámites del divorcio puede ser bastante duro para los cónyuges. Sin embargo, si se ha tomado la decisión de disolver la unión matrimonial, siempre podemos intentar gestionar todo el procedimiento de la forma más sencilla posible y sin que nos suponga un coste emocional adicional. Por ello, desde Abadys, os explicamos los pasos a seguir para efectuar un divorcio.

Como es lógico, lo primero que debemos determinar es que el proceso se trata de un divorcio, y no confundirlo con el concepto de separación matrimonial, como ya hemos explicado anteriormente. Porque:

  1. No se tramitan de la misma forma a nivel legal
  2. Las consecuencias, derechos y obligaciones de cada proceso son muy diferentes

Actualmente, es posible establecer el divorcio sin necesidad de que previamente se haya recurrido a la separación. Además, tampoco es necesario presentar una causa justificada para llevarlo a cabo, basta con la intención de, al menos, una de las partes. Estas medidas han simplificado los trámites y han acortado el camino para aquellas parejas que tenían claro que querían poner fin definitivamente a su relación.

¿Cómo se inicia un divorcio?

Si ya tenemos claro que queremos establecer la vía del divorcio, debemos plantearnos una serie de cuestiones:

  • ¿Se trata de un divorcio acordado por ambos cónyuges?
  • Por contraposición, ¿existen disonancias sobre el proceso y sobre aspectos particulares del mismo (reparto de bienes, régimen de visitas, etc.)?
  • ¿Cuál es el régimen económico matrimonial por el que se regula el matrimonio?
  • ¿Existen hijos/as a cargo y/o menores? ¿Qué ocurrirá con ellos?
  • Etc.

Cada respuesta se resolverá de una forma distinta según el caso. La ayuda de profesionales adecuados puede hacerte contemplar todos los factores de forma previa, y además, su experiencia también te aportará el mejor consejo ante tus indecisiones.

De todas estas preguntas, la más relevante para el procedimiento es la primera, ya que determinará todos los trámites posteriores. La existencia o no de acuerdo por parte de los cónyuges supone una gran diferencia de coste económico y complejidad de los procesos, estableciendo por tanto el tipo de divorcio.

La opción más favorable es el divorcio de mutuo acuerdo o amistoso

El divorcio amistoso es el más eficiente, no sólo porque representa la opción más satisfactoria para ambas partes, sino también porque es las más rápida, es menos compleja y el coste es mucho menor. Es tan eficiente que la ley ha establecido un vía propia para simplificar y acelerar el proceso: el conocido divorcio express.

Sin embargo, a veces puede que no se llegue a un consenso con la ex-pareja, ya sea porque sólo uno de los dos quiere divorciarse o por las condiciones. Para esos casos, existe la vía contenciosa, por la que deberá imponerse una demanda de divorcio por una de las partes. Hablaremos de ella más tarde.

Trámites en un divorcio de mutuo acuerdo

Un divorcio de mutuo acuerdo se establece pactando entre ambos cónyuges un consenso, conocido como convenio regulador. Para elaborar este documento, se lleva a cabo un proceso de negociación en el que la presencia de abogados matrimonialistas con experiencia puede ser fundamental para la defensa y conformidad de los intereses propios.

El convenio regulador es un documento redactado de común acuerdo por los cónyuges en el que se contemplan las normas a efectuar tras el divorcio.

Según el Código Civil, el documento debe recoger aspectos tales como:

  • Liquidación del régimen económico matrimonial
  • Condiciones de pensión compensatoria, si la hubiera
  • Condiciones de pensión alimenticia, si corresponde
  • Uso y disfrute de la vivienda familiar, si la hubiera
  • Potestad, guardia y custodia, y régimen de visitas de los hijos, si los hubiese

Tal y como debe aprobarse, en caso de modificación o extinción del convenio regulador, se requiere intervención judicial. Se prevé por tanto la salvaguardia de los derechos y el bienestar de los cónyuges, sus hijos y/o terceros a cargo.

Para que pueda efectuarse el divorcio, el convenio regulador debe estar aprobado por el Juez o por el Notario.

Trámites del divorcio de mutuo acuerdo ante notario

El divorcio en notaría es muy sencillo. Se lleva a cabo cuando el matrimonio no tiene hijos menores de edad o legalmente incapacitados (en caso de que haya mayores de edad a cargo, deben consentir las medidas que se les apliquen).

En cualquier caso, debe haber transcurrido un mínimo de 3 meses desde la contracción del matrimonio, a no ser que exista riesgo vital o de la libertad de alguno de los individuos. Por otro lado, si en la pareja hay una mujer embarazada, no se puede seguir esta vía.

Al realizarse ante notario se realiza con la presencia de abogados y en escritura pública, recogiendo la intención de rescisión del matrimonio y, como hemos visto, el convenio regular establecido.

Trámites del divorcio de mutuo acuerdo judicial

Pese a contar con la presencia de un juez, también es un proceso relativamente sencillo. Además del convenio regulador, la pareja debe presentar una sola demanda de divorcio conjunta. Los cónyuges pueden compartir un mismo procurador y abogado.

El juez debe encargarse de revisar el convenio y considerar si el fiscal debe participar en el proceso para salvaguardar los intereses de alguno de los cónyuges (si estuviese en una posición perjudicial) o de los hijos si los hubiese.

Si todo está bien, el juzgado ratificará el divorcio y sólo queda cumplir con las medidas acordadas en el convenio.

Trámites en un divorcio contencioso

En el caso de que no exista un acuerdo entre las partes, tendrá lugar un divorcio a través de la vía contenciosa. Como anticipábamos, es el tipo de divorcio más complejo y costoso, y puede alargarse en el tiempo si no se llega a un acuerdo.

En estos casos los profesionales cobran mucha importancia en todo el proceso, no sólo el juez que tenga que dictar la sentencia de divorcio, sino que también otras figuras como el fiscal o el mediador familiar pueden tomar parte activa en el proceso, especialmente en el caso de los divorcios con hijos.

Por supuesto, a nivel individual, contar con abogados y procuradores que velen por los intereses de las partes y sepan cuando exigir o consentir, determinará en gran medida el transcurrir de todo el proceso. Ya que debemos partir de la premisa de que no hay una voluntad de acuerdo previa, sino que puede establecerse una disputa de intereses.

En muchas ocasiones, este tipo de divorcios vienen derivados de la falta de consenso en el reparto de los bienes matrimoniales en aquellos casos en los que por ejemplo, existía un régimen de gananciales en el periodo conyugal. En otras ocasiones, pueden ser conflictos derivados de la disconformidad con respecto a la forma de proceder con hijos.

En cualquier caso, los pasos a seguir para establecer el divorcio contencioso son:

  • Presentar unilateralmente una demanda de divorcio.
  • El otro cónyuge debe contestar esta demanda, con las consideraciones que considere pertinentes.
  • Se celebrará la vista ante el juez, con los cónyuges asistidos por cada abogado y procurador, que defenderán los intereses de ambas partes con el objetivo de establecer un acuerdo razonable.
  • Finalmente, el tribunal dictará la sentencia de divorcio. En ella se recogerán las medidas que regularán en adelante la relación entre los cónyuges.

Tras esto, puede complicarse el proceso, ya que existe la posibilidad de impugnar determinadas decisiones tomadas por el juez o de cambiar ciertos derechos y obligaciones establecidos en la sentencia. De esta forma, el procedimiento puede hacerse más tedioso, por eso siempre recomendamos intentar resolver las disputas de forma previa y poder establecer un divorcio de mutuo acuerdo que haga todo más sencillo.

¿Qué hacer si cambian las circunstancias tenidas en cuenta al firmar el convenio?

Si las circunstancias con las que se firmó el convenio regulador del acuerdo han cambiado y estamos disconformes con la forma de proceder que se ha establecido, es posible solicitar una modificación de las medidas acordadas en la búsqueda de una nueva sentencia. Esto es algo que suele suceder cuando un hijo ya es independiente económicamente hablando o ante una bajada de ingresos por parte de uno de los dos cónyuges.

Ponte en manos de profesionales

Para velar por tus intereses y encontrar la forma más sencilla de proceder, lo mejor siempre es ponerse en manos de profesionales. Es por ello que en nuestro bufete contamos con abogados matrimonialistas con experiencia, especializados en Derecho de Familia.

Hemos podido ayudar a muchas personas que pueden sentirse perdidas o necesitar nuestros servicios por estar haciéndole frente a un proceso de divorcio. Por eso, si necesitas defensa, compañía y asesoramiento profesional no dudes en ponerte en contacto con nosotros: Abadys, los mejores abogados y asesores de Granada.

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