En múltiples ocasiones hemos hablado de lo complicado que puede ser un divorcio con hijos. Aunque tenga lugar por vía amistosa o de mutuo acuerdo, es cierto que puede resultar difícil coincidir y poner en común en aspectos tan importantes como la guardia y custodia. Es normal que en un momento dado hayas accedido a cederla, pero en este momento te veas con la intención de saber cómo reclamar la custodia de tus hijos porque quieras cambiar la situación.
Si te interesa este tema, no dudes consultar otros artículos publicados en el blog anteriormente sobre los motivos que pueden hacer que pierdas la custodia o qué es aquello que tenemos que tener en cuenta en un divorcio con hijos. En ambos tratamos algunas claves que pueden serte muy útiles si te estás planteando reclamar la custodia. Te darán herramientas que puedes utilizar como justificaciones y argumentos de esta decisión.

Los primero que tenemos que tener en cuenta es que si estás pensando en reclamar la custodia, puede ser que te encuentres en dos posturas diferentes del proceso:
- En primer lugar, puede que estés pasando por el proceso del divorcio en este mismo momento
- Por otro lado, es posible que te estés planteando realizar la reclamación con posterioridad
Cada situación tiene sus ventajas y sus inconvenientes, sin embargo, tenemos que advertirte que puede ser mucho más sencillo reclamar la custodia durante el proceso de divorcio que realizar una revisión del convenio o de la sentencia después. Principalmente porque tendrás que demostrar y argumentar con mucha más contundencia y puede que el juez no quiera considerarlo por no habilitar cambios en la vida de los menores.
Recuerda que siempre te recomendamos acudir a expertos que te ayuden a barajar todas las posibilidades y a tener en cuenta múltiples factores desde la experiencia. En ABADYS contamos con abogados expertos que te harán avanzar mucho más rápido en el proceso, y siempre con la confianza de depositar tu caso en las manos de profesionales.
Cómo solicitar custodia durante el divorcio
Si estás en pleno procedimiento de disolución del matrimonio, estarás ocupándote de muchos temas. En primer lugar, tienes que tener claros cuáles son los trámites a realizar según tu tipo de divorcio. Si estás llevando a cabo un proceso de divorcio a través de una vía amistosa, cualquier negociación será más sencilla por la predisposición de las partes a llegar a una conformidad común. Siempre es la opción más económica y rápida, y la que lleva consigo menor desgaste emocional, tanto para los cónyuges como para los hijos.
En estos casos, se tiene que establecer un acuerdo que se incluirá dentro del Convenio Regulador del Divorcio para indicar cuáles son los pormenores de la guardia y custodia en el régimen de custodia compartida o total que hayáis acordado. Tenemos en cuenta que si quieres reclamar la custodia, puede ser en una de las dos modalidades. Por ello, es la negociación el momento óptimo para establecer estos términos, así como el régimen de visitas.
Reclamar la custodia en divorcios contenciosos
Por otro lado, si sólo una de las partes ha presentado la demanda de divorcio… O han sido tantos los conflictos indisolubles que han salido a la luz durante la negociación que sólo pueden resolverse por sentencia judicial, entre otros supuestos, estaremos ante un divorcio por vía contenciosa.
Para poder reclamar la custodia, ya sea compartida o total, hay que defender la idoneidad de esta forma de vida para los niños. Generalmente, la custodia compartida es considerada como la mejor opción de todas a la hora de establecer un modelo de custodia.
La custodia compartida es considerada como la mejor opción de todas.
Esto es así porque se considera que es la forma de convivencia más cercana a la que se tenía de forma previa a la disolución del matrimonio. Debido a esto, es más sencillo que un juez conceda custodia compartida a que la conceda de forma total. Eso sí, siempre y cuando no existan impedimentos en que esto pueda llevarse a cabo. Como por ejemplo, que los padres vivan demasiado lejos entre sí, y que los niños tengan problemas de conciliación entre la escuela y su vida familiar. O que alguna de las partes no pueda asumir la responsabilidad del cuidado, porque tiene compromisos profesionales, por ejemplo.
En alguno de estos casos, si nuestra postura es la de demandar la custodia exclusiva de los hijos, nuestro/a abogado/a deberá exponer por qué es más conveniente que solo nosotros nos encarguemos de la guardia y custodia de los hijos mientras son menores de edad. Cada caso requiere un estudio correspondiente que requiere individualidad y un análisis exhaustivo.
En la vista correspondiente tendremos que defender firmemente nuestra postura, y demostrar que si mantenemos la custodia exclusiva de nuestros hijos, su bienestar será el máximo posible. Es algo que tenemos que tener siempre claro.
El régimen de custodia total tiene sentido cuando estamos velando por el bienestar de los hijos, que es prioritario.
¿Existe una edad mínima de los hijos para solicitar la custodia compartida?
En la ley no se encuentra ninguna norma concreta que estipule cuál es la edad mínima en la que ese puede establecer una custodia compartida. Aunque muchas veces se ha establecido una edad aproximada de 3 años, lo cierto es que en los últimos años se establece la custodia compartida en edades incluso inferiores.
Salvo situaciones especiales, como que el hijo esté aún en el periodo de lactancia, la custodia compartida es una opción siempre y cuando se reúnan todas las condiciones necesarias para que tales efectos se den, y que la jurisprudencia estime que en el caso concreto esta fórmula de guardia y custodia es la más favorable para los hijos.

Cómo solicitar la custodia después del divorcio
Si después de que se haya producido el divorcio, quieres solicitar pasar de custodia total (de la otra parte) a custodia compartida, o de la compartida a la total (por tu parte), tienes que tener en cuenta que estamos ante un procedimiento un poco más complicado (en posibilidades de éxito).
El punto de partida de esta situación es que o bien se haya dado un cambio sustancial en las circunstancias del otro cónyuge que permita justificar el cambio de las medidas, o que tus circunstancias hayan cambiado esencialmente. O que los hijos estén sufriendo un perjuicio en su vida por la actuación de la otra parte (que hayan caído en el alcoholismo, por ejemplo).
Si esta es la situación, la vía por la que se opta es la solicitud ante el juzgado o ante la otra parte de una modificación de las medidas debidamente justificada y argumentada. Según el caso, este procedimiento puede requerir incluso de pruebas o testigos de los hechos, o valoración de profesionales psicólogos o médicos.
En esta solicitud se establecen los cambios y la solución pertinente junto con el nuevo régimen de custodia. Para aumentar nuestras posibilidades de éxito, debemos justificar de qué manera este cambio supone algo positivo en la vida de los menores. Una vez se presente, la jurisprudencia podrá revisar las condiciones del convenio regulador original y aceptar o declinar esta nueva propuesta, de una forma similar a la que se desarrolla en un proceso de divorcio. Del mismo modo, esta decisión es más sencilla si los cambios son aceptados directamente por ambas partes, de modo que un buen paso sería negociar con la ex-pareja si está dentro de las posibilidades. A través de este camino, sólo sería necesario contar con la presencia de abogados y la aceptación del juzgado, sin necesidad de llevar a cabo más procesos.
La custodia gradual, ¿qué es?
Otra opción que podemos plantear a la hora de solicitar la custodia compartida es pedir una custodia gradual. ¿En qué consiste? Es sencillo, aunque la casuística es muy variada. Se tiene en cuenta el crecimiento de los hijos en el reparto de la custodia. Así, conforme estos van creciendo, se tienda a la equidad. Puede ser la opción ideal en aquellos casos en los que los hijos necesiten pasar más tiempo con una de las dos partes durante su crianza. Al igual que el contenedor en el que se incluye (la custodia compartida), se puede establecer a través de un acuerdo durante el divorcio, o por sentencia del juez.
Da lugar a distintas soluciones, como pasar de una custodia de fines de semana-días de semana a semana-semana o mes-mes. También es posible que decidas pasar de custodia compartida a total llegado un momento dado. Por ejemplo, una de las partes se mudará en algunos años, y a partir de ese momento pasan a ser responsabilidad de la parte conviviente.
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