Hacer frente a un divorcio no es un proceso sencillo. De hecho, más bien todo lo contrario. Sobre todo si existen problemas entre los cónyuges. Pensiones alimenticias, custodia de los hijos… Y, llegado el momento, también hay que tomar una decisión: ¿quién se queda la casa tras el divorcio?
La semana pasada te contamos si un hijo puede negarse a ver a su padre o madre tras el divorcio. Y hoy queremos continuar por ese camino hablado de qué ocurre con una vivienda después de un proceso de este tipo. Muchos optan por vender la vivienda para evitarse problemas, pero lo cierto es que no todos puede hacerlo. Así que vamos a contarte qué dice la ley al respecto.
Qué sucede con la vivienda familiar tras el divorcio
Lo primero que hay que aclarar es el concepto de vivienda familiar, que es aquella que es la residencia habitual del matrimonio y de la familia que hayan creado. Teniendo esto claro, la duda principal reside en quién se quedará con ella tras el divorcio. Y lo cierto es que la respuesta es que depende del caso del que se trate.
Por ejemplo, la atribución varía en función de si hay o no hijos y si estos son menores o mayores de edad. Y también hay que tener en cuenta de quién es propiedad la casa. Como sabemos que hay muchos condicionantes y factores diferentes, vamos a repasar qué sucedería en cada uno de ellos para que puedas tenerlo claro.
La vivienda familiar es la residencia habitual del matrimonio y de la familia que hayan creado
La vivienda es de uno de los cónyuges
El primer caso del que vamos a hablar es en el que la vivienda es propiedad solo de una de las dos partes, del padre o de la madre. En ese caso la propiedad no se altera tras el divorcio, ya que seguirá siendo de su propietario pase lo que pase. Sin embargo, pueden darse dos casos diferentes:
- Matrimonio sin hijos: si no hay hijos, lo más habitual es que el uso de la vivienda se conceda al cónyuge más desfavorecido. Aunque la propiedad no variará.
- Matrimonio con hijos: la vivienda será para el cónyuge que tenga la custodia de los menores.
Para determinar si uno de los cónyuges es más desfavorecido, será un Juez el que tenga en cuenta la situación de cada uno de ellos. En caso de que no exista desequilibrio tras el divorcio, la vivienda será para el propietario.
La casa es propiedad de ambos cónyuges
El segundo supuesto tiene que ver con una vivienda comprada por ambos cónyuges. Es decir, cada parte del matrimonio posee la mitad de la misma. Llegado este caso habrá que decidir lo siguiente durante el divorcio:
- Repartir la vivienda en dos partes para venderla y repartir el dinero obtenido.
- Acordar que una parte se quede con ella, con la correspondiente compensación económica de la otra.

Sin embargo, hay que tener en cuenta más aspectos. Por ejemplo, si se trata de un matrimonio con hijos de por medio el derecho de estos es lo más importante. Así, el cónyuge con la custodia de los menores será quien habite en la casa. En el caso de que en el matrimonio no haya hijos, el cónyuge con menos ingresos y poder adquisitivo tendrá más opciones de vivir en la vivienda familiar. Hay que tener en cuenta que si la vivienda es propiedad de ambos cónyuges los dos deberán pagar de manera equitativa aunque solo una de las partes habite en la casa.
Custodia compartida: ¿para quién es la casa?
La cosa se va complicando poco a poco. ¿Qué sucede con una vivienda tras un divorcio en el que se ha acordado una custodia compartida? Aquí existen diferentes maneras de encontrar una solución, aunque las dos más comunes son las siguientes:
- Los hijos viven siempre en la casa familiar: en este caso serán los hijos los que vivan siempre de forma permanente en la vivienda familiar. Es decir, los padres cambian de domicilio según el periodo en que ejercen la custodia. Así, durante una semana vivirá uno de los cónyuges en la casa familiar junto a los hijos y la siguiente será el turno del otro cónyuge.
- Los hijos rotan de vivienda: aquí sucede justo lo contrario, ya que son los hijos los que cambian de vivienda. Cada progenitor tiene su domicilio y los hijos están en uno u otro en función de lo acordado en su convenio de separación.
¿Y si los hijos son mayores de edad?
Una de las dudas principales relativas a la vivienda en la separación tiene que ver con los hijos mayores de edad. En este caso no se aplicará la norma de preferencia a la hora de atribuir el uso de la vivienda familiar a su favor ni al del cónyuge con el que se queden. Sin embargo, sí que se tendrá en cuenta si los hijos son económicamente dependientes este factor a la hora de decidir quién se queda con el uso de la casa.
¿Qué valora un Juez para decidir qué cónyuge tiene más necesidad de protección?
La última cuestión que vamos a resolver tiene que ver con los aspectos que tiene en cuenta el Juez para determinar si un cónyuge queda más perjudicado económicamente que el otro tras un divorcio. Por norma general estos son los factores más importantes:
- Situación económica.
- Posibilidades de acceder a otra vivienda.
- Estado de salud.
Conclusión
Como has podido ver, existen muchas cosas que pueden variar y hacer que la vivienda familiar acabe siendo utilizada por uno u otro cónyuge. Por este motivo nuestra recomendación es que busques asesoramiento especializado de manera que puedas encontrar una solución personalizada para tu caso concreto. Por ello, si necesitas algún tipo de ayuda para tu proceso de divorcio, ya sea para establecer la custodia de los hijos o determinar qué sucede con la vivienda familiar, no lo dudes y contacta con nosotros. Abadys: los mejores abogados y asesores de Granada.