Desde hace algún tiempo estamos ofreciéndote a través de nuestro blog diferentes cuestiones relacionadas con los divorcios. Por ejemplo, hace algún tiempo te contamos si un hijo puede negarse a ver a su padre tras un divorcio. Y en los últimos días también hablamos sobre quién se queda la casa tras un divorcio. Por norma general en los casos de divorcios con hijos se recomienda optar por la modalidad de custodia compartida. Pero… ¿Esta puede verse modificada?
Aunque lo normal es que tras una separación los hijos queden al cuidado de ambos progenitores, hay muchos casos en los que no es así. Existen muchas situaciones en las que los menores quedan a cargo de uno de sus progenitores. Sin embargo, existen algunos motivos por los que esa custodia sobre los hijos puede llegar a perderse. Y en esta nueva publicación vamos a contarte exactamente cuáles son.
Custodia individual
Como hemos comentado, lo más recomendable para los hijos en una separación es optar por la custodia compartida. De este modo se garantiza el bienestar de los menores, además de facilitar la conciliación familiar y laboral de los padres. Por este motivo muchos abogados consideran que recurrir a esta modalidad de custodia es lo más sensato y aconsejable.
Sin embargo, hay algunas ocasiones en las que la custodia es individual. Algo que puede suceder por acuerdo entre los progenitores o por una disputa judicial. Sin embargo, de este tipo de custodia pueden desembocar algunos problemas:
- Desatención del menor: muchos menores ya son desatendidos en casos de matrimonios y parejas estables, por lo que con la custodia individual este riesgo se incrementa de forma notable.
- Depresión: la falta de atención y situación inestable de convivencia puede provocar un duro impacto emocional para el menor.
- Síndrome de Alineación Parental: cuando la separación no es de mutuo acuerdo, existen muchos casos de alineación parental hacia los menores buscando generar una rivalidad con su ex-cónyuge.
Cuándo se puede perder la custodia de un hijo
Independientemente de que sea mejor o peor, lo cierto es que hay muchos casos de custodias individuales. Aunque, como hemos comentado brevemente antes, lo cierto es que esta custodia puede ser revocada si se dan las circunstancias necesarias para ello. En la mayoría de los casos estas tienen que ver con la desatención de la guardia y custodia del menor, aunque existen otras posibilidades.

Ritmo de vida incompatible
El primer caso por el que se puede revocar la custodia sobre un hijo tiene que ver con que quien la posea muestre indicios de llevar un estilo de vida cuestionable. ¿Qué quiere decir esto exactamente? Pues que existan adicciones, falta de presencia en el hogar, inestabilidad mental o hábitos poco saludables. Todo lo que pueda afectar al menor, a su salud o que suponga un riesgo para su integridad es motivo claro para la pérdida de la custodia.
No cumplir con los acuerdos de visitas
En la mayoría de casos de custodia individual de los hijos, se continúa permitiendo el régimen de visitas por parte del otro progenitor. Es decir, el hijo o hijos viven con uno de los progenitores, pero el otro tiene derecho a visitarlos cada cierto tiempo. Esto es algo que se debe respetar en todo momento, ya que de lo contrario podría desembocar en la pérdida de la custodia. Por lo que no se le puede negar a un padre o madre ver a su hijo.
Síndrome de Alineación Parental
Ya hemos hablado previamente del Síndrome de Alineación Parental. Quienes se divorcian tienen que lidiar con el riesgo de que su ex-pareja intente poner a los hijos en su contra. Sin embargo, hacer esto conlleva un riesgo grande: si se demuestra que esto se ha producido, puede derivar en la pérdida de la custodia de los hijos. Es cierto que demostrar esto no es sencillo. De hecho, en la mayoría de los casos se suele requerir la intervención de profesionales psicosociales.
Otras razones para quitar la custodia
Estos motivos que hemos mencionado hasta ahora son los más comunes por los que se puede perder la custodia de un hijo, pero no los únicos. Existen otras razones que también puede propiciar que se revoque la custodia del menor. Por ejemplo, si se entra en prisión o se cambia de residencia con tanta frecuencia que impida que el menor se desarrolle en condiciones normales, también se puede cambiar la custodia.
Otro motivo está relacionado con padecer una enfermedad mental, lo que propiciaría que se entienda que el progenitor no está en plenas facultades para desempeñar sus funciones. Pero… ¿Cómo proceder? Si has detectado que esto ha ocurrido, lo ideal es tratar de reunir pruebas para demostrarlo en un proceso judicial con el que lograr el cambio de custodia. Hay que tener en cuenta que se trata de un tema muy complicado, por lo que antes de proceder es importante estar plenamente convencido de lo que se va a hacer.
Conclusión
Un padre o una madre puede perder la custodia de sus hijos en favor del otro progenitor siempre que no puedan atender como es debido a los menores. Sin embargo, para que esto suceda, es imprescindible poder probar que esta situación está ocurriendo y que el desarrollo normal del hijo o hijos está en situación de riesgo si su padre o madre mantiene la custodia. Como decimos, es un proceso delicado y difícil, por este motivo te recomendamos que antes de proceder busques el mejor asesoramiento posible. Abadys: los mejores asesores y abogados de Granada.